Plaza Alta, reforma de Marín de Rodezno, s. XVII-XVIII.Al fondo la almohade Torre de Espantaperros, s. XII. La
Plaza Alta de Badajoz es un interesante ejemplo del urbanismo barroco en Extremadura. Iniciada a finales del siglo XVII, la
Guerra de Sucesión (1701-1713), que afectó gravemente a la ciudad, la deja incompleta -se realizó un 30% de lo proyectado-.
Columna y capitel visigodos (s. VII) reutilizados en los soportales más antiguos de la Plaza Alta, s. XV. Todo ello permitió la conservación de edificios anteriores, de origen medieval, como las
Antiguas Casas Consistoriales (s. XV-XVI), de estilo
gótico-mudéjar, el antiguo
Mirador de la Ciudad, de interesante arquería mudejar con columnas de mármol, o los soportales con capiteles visigodos reutilizados, en otras casas del siglo XV; así también, la contigua
plaza de San José, separada por el
Arco del Peso del Colodrazgo (s. XVII), que alberga interesantes construcciones, como la puerta renacentista (1548) de ingreso a la Alcazaba, las rehabilitadas
Casas Mudéjares (s. XV) y el neogótico
Convento de las Adoratrices.
Antiguas Audiencias y Casas Consistoriales, s. XV, entre las torres de la Alcazaba almohade. Estilo Gótico mudéjar.
Tras el frente nororiental de la plaza, se impone majestuosa la
Alcazaba islámica (s. XII), con sus torres albarranas, destacando la
Abarlongada, o la popular de
Espantaperros o del Reloj, precedente de la famosa
Torre del Oro sevillana.
La Plaza Alta desde el adarve de la Alcazaba.
Desgraciadamente, también se proyecta desde el interior de la Alcazaba el famoso
Cubo de la Facultad de Biblioteconomía, edificio moderno -principios s. XXI- que dos simpáticos arquitectos -
Gonzalo Moure y Enrique Colomés, que incluso se permiten el lujo de dar conferencias sobre actuación en el Patrimonio- realizaron en el decimonónico y armonioso
Hospital Militar, con la connivencia de una politizada
Comisión de Patrimonio de la Junta de Extremadura, para competir con las edificaciones históricas precedentes, contraviniendo no sólo el buen gusto y sentido común, sino las leyes de Patrimonio Nacional y de Extremadura (El edificio es un auténtico despropósito, emplea materiales como el hierro, el cristal y el hormigón, se eleva sobre cuatro plantas en un patio o solar del Hospital Militar, todo ello en un recinto declarado
Monumento Histórico-Artístico en 1933. Existe una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura que obliga a los promotores del edificio a devolverlo a su estado original, cuyos gastos los pagaremos todos los extremeños, y no precisamente los arquitectos, ni los políticos o gestores culturales que lo permitieron).
¿De qué
estilo artístico es la plaza Alta?
Por su cronología se sitúa en el
barroco pleno, transición del siglo XVII al XVIII, en el marco de las renovaciones urbanísticas que realizan los grandes poderes del momento: monarquía absoluta e Iglesia; lugares donde se realizaban todo tipo de programas festivos y ceremoniales con importante carga ideológica, produciéndose una clara distribución jerárquica de los espacios según el estamento social: proclamaciones de Reyes, procesiones y corridas de toros entre otros, aparte de la tradicional de mercado, que desde época islámica se realizaba en esta parte de la ciudad, junto a la puerta principal de la ciudadela o
Puerta del Capitel (de estilo almohade, s. XII).
Escudo de Badajoz pintado en el Arco del del Peso del Colodrazgo de la Plaza Alta pacense.
Las características combinan el espíritu barroco: plaza porticada con arcos de medio punto sobre pilares pétreos, cromatismo de la fachada a base de dibujos geométricos que llenan todo el espacio (horror vacui), simbología del color que remite al obispado de Badajoz (blanco, negro y rojo), que sufraga parte de las obras, con elementos de la arquitectura popular como las típicas chimeneas, los balcones de hierro forjado o las peculiares azoteas para contemplar los espectáculos.
La Plaza Alta en 1899, durante la construcción del Mercado de Abastos Metálico.
La Plaza Alta hacia 1970, antes del traslado del Mercado de Abastos metálico (1899) al Campus Universitario. Estado de abandono y degradación del que sólo en los últimos años parece recuperarse.
Para más información consultar: La Plaza Alta de Badajoz. Estudio Histórico Artístico. Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura, 2006. Obra de José Manuel González González.